La de Zugarramurdi es la más famosa de ellas, pero en Navarra hay más cuevas acondicionadas en las que podemos adentrarnos. En el valle de Larraun, en el concejo de Astitz, a pocos minutos de Lekunberri, surge la cueva de Mendukilo que revela las profundidades de la Sierra de Aralar. Sus íntimos secretos reservados a espeolólogos durante años, son ya accesibles al público en general gracias a los trabajos de acondicionamiento llevados a cabo. En la pequeña localidad pirenaica de Urdazubi/Urdax encontramos la cueva de Ikaburu. Se trata de una gruta que se originó hace unos 14.000 años gracias a la continua erosión del río Urtxuma. Una visita guiada por sus galerías -única forma de conocerla- te adentrará en un mágico universo de estalactitas y estalagmitas, además de traerte evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas.