¿Te gustaría conocer el primer monasterio que la Orden del Císter construyó en la Península Ibérica? Está en Fitero, un pequeño pueblo de la Ribera navarra que casi linda con La Rioja y es monumento nacional desde 1931. El cenobio, joya arquitectónica de la Edad Media, te sorprenderá por su grandiosidad. Su iglesia abacial es una de las más importantes de la orden del Císter en Europa. El recién renovado claustro renacentista consta de dos pisos: el claustro bajo edificado en el S. XVI, aunque los muros perimetrales son anteriores, y el sobreclaustro cuya construcción finalizó en 1614 en estilo herreriano. La puerta que comunica el claustro con la iglesia posee un interesante crismón.