Ubicada al fondo de la plaza de Cervantes podemos ver los restos del ábside de lo que fue la antigua parroquia de Santa María la Mayor, destruida por un incendio en julio de 1936, y su aislada torre, hoy recuperada como mirador. Pese a su radical transformación, se conservaron algunas de sus capillas anejas, que son las que hoy ocupa la Oficina de Turismo y el centro de exposiciones. El mayor interés se centra en la Capilla del Oidor, llamada así por que fue fundada por el «oidor» del rey Juan II de Castilla, Don Pedro Díaz de Toledo, a comienzos del siglo XV para enterramiento de su familia. A resaltar la yesería del arco de acceso, muy peraltado, con decoración gótica en el intradós. La reja es renacentista, del siglo XVI.