A orillas del Camino hacia Santiago, junto al convento de Santo Domingo y próxima al río Ega se alza esta iglesia románica del siglo XII. Una joya arquitectónica declarada monumento histórico-artístico, que ha estado cerrada durante décadas. Se trata de una iglesia con ábside románico y nave única de tres tramos diferenciados y separados por pilastras románicas, cubiertos por bóvedas de crucería. En el exterior, los recios contrafuertes señalan los distintos espacios interiores. La fachada occidental es barroca del siglo XVIII, de trazado manierista. De esta época es también la torre campanario.