Pocas veces los mercados forman parte de la historia, del turismo y de la vida de la ciudad como el Mercado de San Blas. En sus paredes se guardan historias y se esconde el latir de la ciudad, un mundo lleno de olores, sonidos, texturas, colores y formas, en el que se intercambian no solo mercancías y productos, también chismorreos, consejos y saludos. El Mercado de San Blas de Logroño aúna la belleza arquitectónica de su mercado con una oferta culinaria apetitosa. Pescados, hortalizas, frutos secos, especias y chacinas son algunos de los productos que distinguen a cada uno de los puestos de este mercado dotándole de una personalidad propia que cambia de sabor cada temporada. Tradición y profesionalidad son las cualidades de nuestros comerciantes, lo que los convierte en especialistas en todos los sectores de la alimentación del producto fresco y en todos los productos de alimentación que se ofrecen en el mercado. ¿Quién mejor para dar un consejo?. Queremos que se sienta seguro a nuestro lado.