Obra de Salvador Escrig Melchor del año 1840, la Plaza Redonda es uno de los singulares atractivos turísticos de Valencia (Comunidad Valenciana) por su particular construcción. A la plaza se accede a pie por cuatro calles que convergen en un espacio acogedor, lleno de luz y desde el que, colocándose en la fuente que se encuentra en el centro, se puede observar una nueva y bella perspectiva del campanario de estilo barroco rococó de Santa Catalina, que se levanta sobre las tres plantas del edificio circular. Y en el suelo, una cita del escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez que hace referencia a este lugar en su obra ‘Arroz y tartana’.