El centro neurálgico de Carmona, está situada en la intersección del cardo y el decúmano, donde se encontraba el foro romano. En el s. XVI tenía forma de rectángulo cerrado, pero, a causa de una equivocación en un proyecto de restauración, adquirió apariencia circular. Desde los balcones se podían presenciar las celebraciones públicas, entre las que cabe destacar las corridas de toros.