Se la conoce popularmente con el sobrenombre de villa de las tres mentiras, puesto que ni es santa, ni llana, ni tiene mar. En el pueblo de Santillana del Mar (Cantabria) destaca la colegiata de Santa Juliana, de estilo románico, erigida en su mayor parte a mediados del siglo XII, y construido en piedra de sillería arenisca. Cerca del municipio están las cuevas de Altamira, actualmente cerradas al público. Junto a la cueva está el Museo de Altamira, que contiene una réplica de la misma y una exposición permanente sobre el arte rupestre de Cantabria y cómo era la región en tiempos prehistóricos. El edificio es obra del arquitecto Juan Navarro Baldeweg.