En el burebano Valle de las Navas, conocido como la Arizona burgalesa, se localiza un territorio en el que predomina un carácter estepario de fantasiosa apariencia y variadas tonalidades. Modelado por la erosión en los blandos materiales terciarios y cuaternarios, en la zona se suceden los conglomerados calcáreos, las arcillas rojas, las areniscas amarillentas, las margas blancas y grises, las calizas y las arenas del Mioceno Inferior. Este desierto burgalés, que no lo es tanto ya que es el hábitat ideal para muchas especies de aves esteparias y rapaces como el águila real, tiene su acceso principal desde Tobes y Rahedo.